Somos lo que comemos,
nos
conocen e identificamos
por lo que hacemos o no
y
sobre todo,
somos
lo que pensamos,
aunque
no lo digamos.
…
De lo que ideamos
habrá que responsabilizarse
por
ser bueno,
para
nuestro cerebro,
obviamente,
mejor que esté sano (**)
que
no deteriorado.
…
Sí
hay que perdonar,
(nunca
llegar a odiar)
mejor
antes que después,
ya
que nuestra mente,
a
partir de entonces,
más feliz
funcionará.
…
Debiéramos
dialogar,
estimar
a los demás
tratarnos,
respetarnos
aunque
solo sea
porque
nuestro cerebro
nos
lo agradecerá.
…
Lo
anterior,
no
es para nada,
poner
la otra mejilla,
ni practicar el buenismo
simplemente,
cuidar
de uno mismo.
…
Si
existieran dudas al respecto, sobre lo anteriormente escrito, pinchad
los citados enlaces (**) y practicar ustedes mismos. En días
laborables, festivos o en cualquier domingo.
(**)
En
este sentido, Pascual-Leone añade que «hay cosas que tienen cierto
sentido hacer ahora y hay cosas que no la tienen, y tener
un propósito de vida definido-aunque
lo cambies-, tu cerebro lo necesita. Y eso da igual que lo digas con
neurociencias que con poesía, como lo decía Machado con su
"Caminante no hay camino, se hace camino a andar". Ahí
Machado está diciendo "Anda, que si no andas, te mueres"».
(**)
(**) “Tu
cerebro cambia con cada cosa que piensas, incluso aunque no la digas”
Otros enlaces:
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