El relato impropio de los políticos,
ya no puede ser más:
traspasar lo orweliano (*) de lo que es,
quedando apocalíptico, harto apocalíptico.
***
Una buena o mala mayoría
de estos funestos partidos,
a pesar de encontrarse en minoría,
unos por otros, se pierden o huyen,
diluyen en la nada, sea noche o día.
***
Aunque el pueblo esté en plena agonía,
ellos prestos a lograr lo alto del eucalipto.
Como locos: trepando, riendo o reptando,
lograr el objetivo o poder que ansían,
así que, espabilan, raudos y muy listos.
***
Al pueblo o a casi toda la ciudadanía,
la traen asustada, atrapada o atada,
una vez, la gente ha comprado el pan,
a casita y seguir con eso que hacían.
***
Bastante gente, así pasa, la xuta vida,
como de antemano ya reconocen que,
por mucha libertad o juerga que tengan,
no hay solución o no ven otras salidas.
***
Todo está claro ¡Vamos a ver!
Que acá o allá. Otra cosa NO.
Solo queda jugar al balompié.
Nada de ver, escoger o revolver.
***
No se puede rehacer el guion
todo pasa por el abrupto,
suegro, consuegro o poco pelo,
triste, pero la única cuestión.
***
Lo de aquél régimen anterior,
antes o después se acabó,
con el sexo del setenta y ocho
que no bueno, pero sí mejor:
comparado con el dictador.
¿Iremos a otro lugar mejor?
Con esta pinta nada europea,
¿Creen que no? ¿O sí? Sí
acaso, para babear el caracol.
No hay comentarios:
Publicar un comentario