Un alcalde vegano.

Nos dejaron sin magdalenas. No me extraña. Me choca que se zamparan también el envoltorio. Utilizan el mismo “modus operandis” para quitarse el hambre. En la fábrica de embutidos, fiambres y productos cárnicos de todo tipo, después de ser invadida por la misma jauría, no quedó rastro o señal alguna de las muchas toneladas que allí se encontraban. En el mercado de abastos sucedió otro tanto. El pueblo quedó sumido en un desabastecimiento o crisis alimentaria de incalculables proporciones. El Alcalde, como se las viene dando de vegano, en lugar de presentar la correspondiente denuncia, marchó al campo a coger cardos. ¡Ya le vale!
16 octubre 2019