sábado, 23 de febrero de 2019

Buscar la forma de encontrarnos.

No nos preguntamos, ni planteamos
¿Porqué?
Hemos elegido:
ser humanos y algunos, ni hablamos.
¿O ésto, lo hemos heredado?
Nos ha caído
del cielo, así como,
una lluvia que, el suelo ha mojado.
Todo o casi todo,
lo conocido,
Tierra, naturaleza, animales,
prácticamente, se ha dominado.
Adaptado, modificado,
a nuestro antojo o deseo,
reformando, renovando y así,
gerundio tras gerundio imaginado.
...
¡Pero, amigo que cosas!
en asuntos importantes,
sin dudar, hemos errado,
estropeado y contaminado.
¡Bueno, ya está bien!
Debiéramos hacer algo
para colaborar juntos,
unos y otros, gustarnos.
Por lo que,
llamarnos o denominarnos,
simplemente, seres, con cuerpo,
poca cabeza, piernas y dos manos.
Es que, ¿Al parecer?
Hasta ahora,
con el justo quid o cuestión
no queremos o no acertamos.
¡Guerra! Gritó ante el altar,
el sacerdote con irá
¡Guerra! Repitió la lira,
y así, sin más, continuamos.
Pues hace años, muchos años,
ya tuvimos ocasión de pegarnos
unos contra otros, todos hermanos,
no saldrá nada, si vamos cabreados.
No debiéramos estar siempre,
como perro y el gato, mejor
debatir, respetar al distinto
sobre todo, acordar y solucionar.
Nos va en ello, mucho,
no solo para los que
ahora mismo, estamos,
sino para los que vendrán.
.
Por lo tanto,
está, obviamente, entre todos,
hablar, concertar, pausadamente,
hacerlo, cogidos de la mano.
...
Por otro lado,
está claro que,
esto no son cosas,
ni de buenos, ni de malos.
...
Por lo que,
manos a la obra,
coger el toro por los cuernos,
¡Listos todos y empezamos!
...

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