lunes, 18 de febrero de 2019

Poeta, profeta y bocadillo de panceta.

Como aprendiz de poesía,
no me preocupa la muerte,
y como soy, algo bicho, 
me atengo, a lo ya dicho.
Efectivamente,
animal malo, nunca muere,
además, eso de morir,
es cosa vulgar, muy corriente.
Lo básico, en la vida:
amar, transgredir, sentir,
por lo tanto, me importará
un bledo morir, aquí o allí.
...
Como aprendiz de poeta,
me interesa, el vivir,
comer bocata de panceta,
ser soltero, reír y dormir.
A ver si, lo puedo conseguir,
llegar a ser, un imperfecto poeta,
dentro de cien años o quizás mil
si no es así, dejarlo, desistir.
Alumno con un buen maestro,
con el que conté y siempre cuento,
me afano, entrego, dedico,
en cuerpo y alma, echando el resto.
Durante el curso o taller de poesías,
he abandonado casi todo:
vicios, placeres, queridas y quereres,
fútbol, bebida, teatro, cine y cacerías.
Otra opción, en la que, a veces,
reflexiono, pienso o medito,
y es que, me importa un pito
que me cuelguen cualquier san benito.
¡Qué sí, zarapastroso o muy rarito!
Por lo que, esta claro, pero que,
ha quedado muy clarito,
que soy un buen tipo,  aunque
un poco o demasiado inaudito.
Estuve, estaré y estoy orgulloso
es fenomenal y grandioso,
daros un fuerte abrazo
igual que lo haría, un oso.
...
Los nuevos aprendices de poeta,
somos otra clase de gente, 
ni mejor, tampoco, regular o peor,
más bien, toca pelotas, rebeldes,
pesados, pegajosos e insolentes.
¡Qué le vamos hacer!
Todo lo anterior,
¿Quizás? debió de ser,
al nacer, un parto, por partes. 
No de pronto o repente.
Los nuevos aprendices de poesía
somos muy conscientes, de que,
escribir para alcanzar la maestría
nos llevará miles o millones de días.
...
Como aprendices, no debiéramos soñar,
con la Luna, el Sol y las Estrellas
aún es pronto, atenernos a lo real,
nada de imaginar, querer ver, más allá.
...
Primero obtener, la calificación final
de imperfectos o zarapastrosos poetas,
simplemente, con fe y moral,
caso de fracasar. 
Empezar a estudiar para profeta.
Nuestra bola o cabeza,
no es tan redonda o normal,
que la mayoría de la gente
interesada más por el pasado, 
que por el futuro o presente.
Los poetas impertinentes o profetas,
no creen en ideales, sectas, religiones,
iglesias, partidos políticos o de baloncesto
basadas, brujerías y demás,
mentiras, dichos o faroles y supersticiones.
Para los poetas o profetas,
sin apenas seguidores
un par de ellos o muy pocos,
y ningún cliente que llevarse
al huerto, aunque es una suerte,
no tener Diosas o Dioses.
Únicamente, rezamos plegarias,
porque la mayoría de trabajadores,
cobren el suficiente jornal o sueldo
para que, den de comer a su prole.
los únicos dioses, son aquéllos,
que aún llueva, granicen piedras
de hielo, rayos de fuego, cometas
o centellas, huracanes, tornados, 
continúan trabajando la Tierra.
...
Los más ricos del lugar,
siempre, les niegan y negarán,
esas tierras que labran y labrarán
y nunca, nunca les entregarán.
...
dado que la heredad o ansiedad
que les dieron de mamar, papá
o mamá, no fue suficiente,
así ellos, no lo podrán soportar.
...
Madrid, 19 febrero de 2019

No hay comentarios:

Publicar un comentario