--Ella, le contesta--.
¡Sí claro, qué
momentos!--¡Cuánto
gozo e ilusión! A
continuación, le pregunta a él,
¿Te
acuerdas? En aquélla otra
ocasión. Durante
una manifestación,
tras una huelga general. ¿En
qué lugar? Nos dimos un buen revolcón.
--Él,
le contesta--¡Ah
sí, esa vez! En la escalera
mecánica de un
centro comercial. Al no encontrar
un
ascensor. Pues era
un polígono industrial. No
vimos ningún edificio
particular.
--¡La
verdad!--dice
Juan. En aquélla época. Nos
daba igual. Para nosotros
cualquier
sitio era ideal. El mínimo
espacio. Era más que suficiente. Nos tenemos tanto, tantísimo
cariño y mucho,
muchísimo amor. ¿Ahora lo
recuerdas, verdad?
--¡Claro
qué sí, amor! Le
responde ella y sigue,
¡Por cierto cielo! Ya estamos en el
último piso. Mientras me arreglo. Ya
puedes ir pulsando el
botón querido.
O Llegaremos
tarde a la reunión.
--¡Sí,
ahora mismo! Enseguida bajamos. ¿O subimos otra vez? Aún nos queda
algo de tiempo. Vuelvo a estar en buena predisposición. Me gustaría
repetir. Le sugiere él.
--¡No,
no, bajamos mi
amor! ¡Por
favor! Por hoy, ya
está bien. ¡Vamos cariño!
Llegamos tarde. Mañana más.
En cualquier otro ascensor.
Le responde ella,
abriendo
la puerta de la cabina. Una
vez fuera termina de
colocarse bien
el sujetador.
...
Madrid, 26.03.2019
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