martes, 26 de marzo de 2019

El amor. Al calor del ascensor.

--¿Recuerdas?--dice Juan, a su mujer y continua. ¡Qué bien lo pasábamos! Cuándo hicimos el amor. Aprovechando el vaivén. Bajadas y subidas. De aquél viejo elevador.

--Ella, le contesta--. ¡Sí claro, qué momentos!--¡Cuánto gozo e ilusión! A continuación, le pregunta a él, ¿Te acuerdas? En aquélla otra ocasión. Durante una manifestación, tras una huelga general. ¿En qué lugar? Nos dimos un buen revolcón.

--Él, le contesta--¡Ah sí, esa vez! En la escalera mecánica de un centro comercial. Al no encontrar un ascensor. Pues era un polígono industrial. No vimos ningún edificio particular.

--¡La verdad!--dice Juan. En aquélla época. Nos daba igual. Para nosotros cualquier sitio era ideal. El mínimo espacio. Era más que suficiente. Nos tenemos tanto, tantísimo cariño y mucho, muchísimo amor. ¿Ahora lo recuerdas, verdad?

--¡Claro qué sí, amor! Le responde ella y sigue, ¡Por cierto cielo! Ya estamos en el último piso. Mientras me arreglo. Ya puedes ir pulsando el botón querido. O Llegaremos tarde a la reunión.

--¡Sí, ahora mismo! Enseguida bajamos. ¿O subimos otra vez? Aún nos queda algo de tiempo. Vuelvo a estar en buena predisposición. Me gustaría repetir. Le sugiere él.

--¡No, no, bajamos mi amor! ¡Por favor! Por hoy, ya está bien. ¡Vamos cariño! Llegamos tarde. Mañana más. En cualquier otro ascensor. Le responde ella, abriendo la puerta de la cabina. Una vez fuera termina de colocarse bien el sujetador.
...
Madrid, 26.03.2019

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