Comentando
temas sobre literatura, me decía mi amigo peruano: "Hace
muchos años, tuvimos una profesora de lengua y literatura, muy
sería, de vez en cuando, nos llamaba la atención bastante
enfurecida, recuerdo que, más o menos, se dirigía a nosotros, así”
:
...
¡Por
favor!
¡Escuchen atentamente!
Y
¡No me pongan “cara” de libro!
…..
¡Usted, el más ingenioso!
¡Salga la pizarra!
Escriba cien veces:
“En clase tengo que dejar en paz a la gente”
……..
¿Cuántas veces tengo que repetir esto?
¡No se hagan los graciosos!
¡Todos, en sus cuadernos escriban lo mismo!
La próxima vez.
...
Se quedarán ustedes
sin recreo
¿Dé acuerdo?
¡Pues vamos!
……..
¡Usted el señor de la pizarra!
¿Qué parece el más inteligente?
¡Haga lo que le he dicho!
¡Ahora mismo! ¡Inmediatamente!
...
Los demás, cada uno con sus libros,
Estudiar,
aplicarse en la tarea,
Muy concentrados y correctamente.
¡Escuchen atentamente!
Y
¡No me pongan “cara” de libro!
…..
¡Usted, el más ingenioso!
¡Salga la pizarra!
Escriba cien veces:
“En clase tengo que dejar en paz a la gente”
……..
¿Cuántas veces tengo que repetir esto?
¡No se hagan los graciosos!
¡Todos, en sus cuadernos escriban lo mismo!
La próxima vez.
...
Se quedarán ustedes
sin recreo
¿Dé acuerdo?
¡Pues vamos!
……..
¡Usted el señor de la pizarra!
¿Qué parece el más inteligente?
¡Haga lo que le he dicho!
¡Ahora mismo! ¡Inmediatamente!
...
Los demás, cada uno con sus libros,
Estudiar,
aplicarse en la tarea,
Muy concentrados y correctamente.
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