viernes, 9 de noviembre de 2018

Refugiada y emigrante.

¿Quién es ella?
Y
¿Quién es él?
Y
¿Los unos y los otros?
..
¿Somos “iguales” o “distintos”?
¡Todos, todos-somos-iguales!
.
¿Cómo que todos iguales?
¡No puede ser!
¿Habrá que expresar algo más?
.
Ella, es diferente
¿Refugiada y-o emigrante?
Su origen
¿País del lejano oriente?
...
¡No, no, qué va!
Nacida en “Spain” España,
Provincia de Alicante
Localidad de Onteniente.
...
¿El color de su piel?
¿No sé, no sé?
Pues lleva un tupido velo,
Ojos color esmeralda,
Verdes-muy-verdes.
..
Me gustaría conocerla
Estar solo con ella,
No quiere que la vean
¿Es qué no se ve bella?
Ismael se iba acercando a la puerta principal del Centro HMGU acompañado por los recuerdos que venían a su mente, los momentos que había pasado con su amigo Luis en este recinto militar que, además, de las numerosas instalaciones, edificios y Naves distribuidas a lo largo de las avenidas y paseos contaba con una gran arboleda alrededor de la enorme extensión que ocupaba.
El HMGU presta servicios de asistencia sanitaria al personal militar adscrito a la región centro, dependiendo directamente del Servicio Central del Ministerio del Ejército.
En varias ocasiones, Ismael y Luis, visitaron al tío de éste último, Antonio, -quien por aquél entonces-era el encargado del mantenimiento de algunas de las instalaciones eléctricas de los distintas naves del recinto del HMGU.
Pasaban el puesto de control, en compañía de Antonio, para que el militar de guardia les diera el correspondiente: “bien, adelante”.
A continuación se dirigían a una pequeña nave-taller que el tío de Luis utilizaba para Almacenar el material y herramientas que solía utilizar para realizar las tareas que le tenían encomendado, según los avisos ó partes que recibía de la dirección del Centro.
El entretenimiento de Luis e Ismael, consistía en cazar pájaros con una escopeta de perdigones que les proporcionaba Antonio, situándose en una de las zonas de la arboleda-lo más alejada posible de las instalaciones-y así evitar el llamar la atención del personal de vigilancia del Centro.
En cualquiera de los grandes árboles que se encontraban en la zona elegida para su “caza furtiva” se posaban cientos de pájaros, por lo que resultaba fácil el ganar muchas piezas en poco tiempo.
Aquello, se parecía-más que otra cosa- a una verdadera manifestación de pequeños animales piando sin cesar, quedando a merced de la escopeta prestada, y de los perdigones dirigidos, aunque con escaso acierto, pero obteniendo muy buenos resultados en las cantidades cobradas.
Cuando el oficial de guardia le solicitó la documentación para darle el habitual: “bien, adelante”-repentinamente- Ismael despertó de sus recuerdos , observando que ni su amigo Luis, ni el tío de este-Antonio- se encontraban a su lado.
Los recuerdos se diferencian de los sueños, en su parte final, en “volver en sí”,es decir, en volver al instante presente”.A veces, ni siquiera distinguimos en los recuerdos, si éstos últimos son tales o se trata de algo soñado, sobre todo, al querer precisar determinados detalles, por lo que en algunas ocasiones confundimos los sueños con los recuerdos”.
En esta ocasión, la realidad inmediata que se le presentaba a Ismael, era muy diferente de la que recordaba, aunque “el bien, adelante”, se produjo de la misma manera que en ocasiones anteriores. Ismael estaba seguro de que –ahora-la visita al Centro, no iba a ser –precisamente-para pasar un rato ameno ni-mucho menos-divertido, aunque llevara consigo un pase oficial.
El oficial de guardia, le indico que se debía dirigirse al Pabellón número 17, donde le esperaban para tener la entrevista con las personas que sus documentos indicaban.
De camino al pabellón, pasó por la zona arbolada donde escuchó el continuo piar de los pájaros revoloteando en las ramas de los árboles, lo que le hizo volver a recordar sus visitas anteriores al Centro.
Observaba los cambios que se habían producido en las instalaciones del Centro, venían a su mente las imágenes, con tanta claridad, como si hubiera sido ayer mismo, salvo el incesante tronío de los pájaros y la enorme arboleda, el resto, se parecía muy poco al lugar donde con su amigo Luis y la escopeta de perdigones prestada por su tío Antonio les proporcionaron ratos de entretenimiento y diversión.
Ismael pensó que el continuo piar de los pájaros, que no cesaba, era una clara protesta dirigida a su persona por la vuelta al lugar, aunque en esta ocasión iba desprovisto de escopeta alguna que pudiera inquietarles.
¿Es posible que recuerden mis anteriores visitas?
Cierto es que el aspecto del Centro ha cambiado mucho en el poco tiempo transcurrido desde mi última visita.
Entrevista en el Pabellón número 17 del HMGU:
Ismael: Buenos días, con su permiso, ¿Se puede?
Doctor 1¡Adelante, por favor! Siéntese y póngase cómodo.
Ismael: Gracias.
Doctor 2: ¿Su nombre es?
Ismael: Ismael García, aquí traigo una nota de citación para la entrevista con ustedes

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