Y
¿Quién es él?
Y
¿Los unos y los otros?
…..
¿Somos “iguales” o “distintos”?
¡Todos, todos-somos-iguales!
….
¿Cómo que todos iguales?
¡No puede ser!
¿Habrá que expresar algo más?
….
Ella, es diferente
¿Refugiada y-o emigrante?
Su origen
¿País del lejano oriente?
...
¡No, no, qué va!
Nacida en “Spain” España,
Provincia de Alicante
Localidad de Onteniente.
...
¿El color de su piel?
¿No sé, no sé?
Pues lleva un tupido velo,
Ojos color esmeralda,
Verdes-muy-verdes.
..
Me gustaría conocerla
Estar solo con ella,
No quiere que la vean
¿Es qué no se ve bella?
…
Ismael se iba acercando a la
puerta principal del Centro HMGU acompañado por los recuerdos que
venían a su mente, los momentos que había pasado con su amigo
Luis en este recinto militar que, además, de las numerosas
instalaciones, edificios y Naves distribuidas a lo largo de las
avenidas y paseos contaba con una gran arboleda alrededor de la
enorme extensión que ocupaba.
El HMGU presta servicios
de asistencia sanitaria al personal militar adscrito a la región
centro, dependiendo directamente del Servicio Central del Ministerio
del Ejército.
En varias ocasiones, Ismael
y Luis, visitaron al tío de éste último, Antonio, -quien por
aquél entonces-era el encargado del mantenimiento de algunas de las
instalaciones eléctricas de los distintas naves del recinto del
HMGU.
Pasaban el puesto de control,
en compañía de Antonio, para que el militar de guardia les diera
el correspondiente: “bien,
adelante”.
A continuación se dirigían
a una pequeña nave-taller que el tío de Luis utilizaba para
Almacenar el material y herramientas que solía utilizar para
realizar las tareas que le tenían encomendado, según los avisos ó
partes que recibía de la dirección del Centro.
El entretenimiento de Luis
e Ismael, consistía en cazar pájaros con una escopeta de
perdigones que les proporcionaba Antonio, situándose en una de las
zonas de la arboleda-lo más alejada posible de las instalaciones-y
así evitar el llamar la atención del personal de vigilancia del
Centro.
En cualquiera de los grandes
árboles que se encontraban en la zona elegida para su “caza
furtiva” se posaban cientos de pájaros, por lo que resultaba
fácil el ganar muchas piezas en poco tiempo.
Aquello, se parecía-más
que otra cosa- a una verdadera manifestación de pequeños
animales piando sin cesar, quedando a merced de la escopeta
prestada, y de los perdigones dirigidos, aunque con escaso acierto,
pero obteniendo muy buenos resultados en las cantidades cobradas.
Cuando el oficial de guardia
le solicitó la documentación para darle el habitual: “bien,
adelante”-repentinamente-
Ismael despertó de sus recuerdos , observando que ni su
amigo Luis, ni el tío de este-Antonio- se encontraban a su
lado.
“Los recuerdos se diferencian de los sueños, en su parte final, en “volver en sí”,es decir, en volver al instante presente”.A veces, ni siquiera distinguimos en los recuerdos, si éstos últimos son tales o se trata de algo soñado, sobre todo, al querer precisar
determinados detalles, por lo que en algunas ocasiones confundimos
los sueños con los recuerdos”.
En
esta ocasión, la realidad inmediata que se le presentaba a Ismael,
era muy diferente de la que recordaba, aunque “el
bien, adelante”,
se produjo de la misma manera que en ocasiones anteriores. Ismael
estaba seguro de que –ahora-la visita al Centro, no iba a ser
–precisamente-para pasar un rato ameno ni-mucho menos-divertido,
aunque llevara consigo un pase oficial.
El oficial de guardia, le
indico que se debía dirigirse al Pabellón número 17, donde le
esperaban para tener la entrevista con las personas que sus
documentos indicaban.
De camino al pabellón, pasó
por la zona arbolada donde escuchó el continuo piar de los pájaros
revoloteando en las ramas de los árboles, lo que le hizo volver a
recordar sus visitas anteriores al Centro.
Observaba los cambios que se
habían producido en las instalaciones del Centro, venían a su
mente las imágenes, con tanta claridad, como si hubiera sido ayer
mismo, salvo el incesante tronío de los pájaros y la enorme
arboleda, el resto, se parecía muy poco al lugar donde con su
amigo Luis y la escopeta de perdigones prestada por su tío
Antonio les proporcionaron ratos de entretenimiento y diversión.
Ismael pensó que el continuo
piar de los pájaros, que no cesaba, era una clara protesta dirigida
a su persona por la vuelta al lugar, aunque en esta ocasión iba
desprovisto de escopeta alguna que pudiera inquietarles.
¿Es posible que recuerden
mis anteriores visitas?
Cierto es que el aspecto del
Centro ha cambiado mucho en el poco tiempo transcurrido desde mi
última visita.
Entrevista en el Pabellón
número 17 del HMGU:
Ismael:
Buenos días, con su permiso, ¿Se puede?
Doctor 1¡Adelante,
por favor! Siéntese y póngase cómodo.
Ismael:
Gracias.
Doctor 2:
¿Su nombre es?
Ismael: Ismael
García, aquí traigo una nota de citación para la entrevista con
ustedes
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